El universo de la escritura en vivo

Hace unos 5.000 años que se inventó la escritura y me atrevería a decir que es el único arte que es patrimonio exclusivo de la Humanidad. Es decir, que no es sagrado. Dios creó el sonido, el color y la danza. Estaban mucho antes de la llegada del Hombre y la Mujer y permanecerán por siempre después de ellos. La escritura, en cambio, nació con la ser humano y morirá con él. Es un arte finito del que se ríen los antiguos, pues ellos saben que la única vía verdadera de transmitir el conocimiento es a través de la vibración de la voz.

Por suerte no somos los únicos que amamos la escritura en vivo. Hay un universo de escritonautas ahí afuera.

Antiguamente la conciencia se transmitía por contacto directo, las historias se hablaban y se escuchaban. Con la escritura, la intención comenzó a viajar lejos, fuera del alcance del emisor. Imposible adivinar qué sucedía al otro lado del puente, cómo se interpretaba la sabiduría o la ignorancia. La palabra se hizo autónoma con la escritura y el conocimiento prolífico pero promíscuo también. Se puede decir, pues, que la escritura es un arte muy nuestro que tiene los siglos contados. Además, al ritmo que vamos, un día no será necesaria: bastará con pensar y las ondas sinuosas nos conectarán.

Pero mientras eso no suceda, tenemos un barro con el que trabajar. Por más antigua que sea la escritura y la creación literaria, todavía queda mucho por reinventar. Por ejemplo, contradiciéndola: haciéndola pública donde era privada, compartiéndola donde antes se fragmentaba, convirtiéndola en un motivo de unión alrededor de una misma voz. Eso es, para mí, la escritura en vivo.

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Jam de Escritura en Barcelona con La Mula y la Pa

La escritura en vivo está muy viva. La siento dentro de mi como un latido imposible de apagar. Es el aquí y ahora y con todos. Es la visualización de la palabra interior, compartir la imaginación, mezclar las letras como haciendo colectivamente el amor. Es algo bien sencillo. Basta con proyectarla en un gran lienzo y pasarse el teclado a modo de pincel. Los que hemos experimentado con ello sabemos cuánto es el placer.

Por eso es importante que esta llama se expanda y se propague, porque tiene muchos rostros, algunos amables, otros cachondos, otros graves y trascendentales, otros muy circunspectos y hasta mentales. Pero también es diversión y educación, solidaridad y comunión, vivencia colectiva, letra y música, danza, canción.

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Slam de Escritura en los Cinemes Girona, Barcelona 2017

Por suerte no somos los únicos que amamos la escritura en vivo. Hay un universo de escritonautas ahí afuera. Algunos llegaron antes, otros recién despegan; algunos van por su cuenta en naves individuales, otros forman buenos equipos. Hay cocineros de palabras vivas en grandes eventos y hay chefs de deliciosa poesía callejera que se comparte en la más exclusiva intimidad. Según he ido descubriendo, este secreto arte estaba en el aire y muchos lo soñamos en algún momento a nuestra manera. Pero cada cual lo ha expresado de forma distinta y maravillosa.

Este secreto arte estaba en el aire y muchos lo soñamos en algún momento a nuestra manera. Pero cada cual lo ha expresado de forma distinta y maravillosa.

En Argentina conocemos a Haidu Kowski, creador de la Jam de Escritura, un evento donde por primera vez los escritores invitados se plantaban delante de un público a improvisar relatos y que lleva diez años demostrando que es digno de la pantalla grande y de un gran público. Desde que inició este formato se ha extendido a México, Venezuela y España (léase nosotros). Para nosotros, la jam es el mejor nombre que se le puede dar al encuentro de dedos en una sesión de escritura y por eso no dejamos de crear estilos y variantes que esperamos enriquezcan el concepto.

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Jam de escritura en la FIL de Buenos Aires

En Perú, el publicista Christopher Vásquez y su compañera Angie Silva crearon un concurso original y fabuloso: Lucha Libro. Un formato divertido, super bien ambientado en la ‘cancha de boxeo’ donde escritores enmascarados se disputan un trofeo a lo largo de una temporada. Una sencilla premisa: cinco minutos, tres palabras. La recompensa, la edición de un libro de relatos. Más allá del formato, exportado a varios países, está la labor de fondo. Las campañas de lectura y escritura, el acercarse a los colegios, el animar a la creación literaria y el ser los primeros en llevar a la televisión un programa de escritura creativa en formato ‘reality’. Una pasada de proyecto.

Pero tan importante como es la matriz son los que recogen el guante en otros lugares y levantan el proyecto desde cero, como los canarios Criserey Oropez y Daniel Medina, responsables de Lucha Libro Canarias. Su versión del concurso está por los jóvenes, y es un placer infinito ver cómo logran que chavales y chavalas menores de 15 años derrochen adrenalina literaria y desaten su imaginación. Su propósito es tan claro que han desarrollado LUCHALIBRITO, un formato adaptado a centros escolares donde participan activamente con los docentes en la búsqueda de jóvenes escritores y escritoras.

Lucha Libro ya se ha celebrado en Valladolid, Madrid y algunos otros países.

Seguimos en España, donde parece que brilla con fuerza esta pasión, y si volamos a Valencia descubrimos un Hotel de cinco estrellas: el Hotel Post-Moderno. Este colectivo, liderado por el escritor y docente Alberto Torres Blandina lleva desde 2008 inventando nuevas formas de escribir. Haciendo gala de una brutal creatividad, han estado cultivando la escritura colaborativa, la improvisación literaria y el show literario en una especie de laboratorio subterráneo inasequible al aburrimiento. Suicídame o Los 7 vampiros son proyectos experimentales que vale la pena descubrir y reconocer, donde ya se empezaba a explorar la exhibición en directo via web de la escritura. Todo un acto de pionerismo literario-televisivo. Hoy empujan con fuerza otro formato de concurso: Letring Catch. Inspirado en las dinámicas de impro teatral, disfraza a los escritores de personajes imposibles y en un ambiente entre gamberro y provocador les obliga a competir en toda suerte de lides.

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Aquí en Barcelona han existido hasta 3 concursos de impro literaria, además de nuestro Slam de Escritura. Justas Palabras, organizado por Liker con una promo fantástica -y un nombre que envidio- y la premisa de concursar por equipos -cadáveres exquisitos- tuvo una buena temporada. Lletres en Lluita se celebró en Sant Boi (Barcelona), tuvo menos recorrido pero no por ello hay que olvidar el esfuerzo y entusiasmo promotor del también escritor y poeta Cysco Muñoz.

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Combate por equipos en Justas Palabras

Siento decirlo, amigos -en el buen sentimiento me refiero- pero Barcelona lo peta en la escritura en vivo. Ya tengo toda la web para hablar de la Asociación Escritura en Vivo y lo que hacemos, pero vale la pena mencionar otras muchas aventuras que suceden o han sucedido alrededor de este mundo. Fue fabulosa y mágica la tiendita de las Poetógrafas –La Expendiduría poética-, donde los ‘clientes’ entregaban palabras a las escritoras y escritores funcionarios para que les fabricaran poemas. Un cuidadísimo y estético proyecto de Jo Graell, que habilitó un espacio del barrio del Borne barcelonés, con escaparate, pupitres y máquinas de escribir antiguas por donde pasaron decenas de poetas y poetos que hoy se esparcen por esta gran ciudad con sus recitales y su arte. Hoy la Expendiduría está cerrada pero en mi memoria queda una tarde mágica como esta:

No menos intensa es el evento que organiza regularmente Laia Sanjuan: «Poesía espontánea» en «Cal Robert» en el Raval. Junto con Marta Escudero o Ingrid Garasa, entre otras autoras, la cosa va de que te tomas algo y les das a las chicas unas palabras para que te escriban y te impriman un poema en el altillo del local. Laia se inventó una impresora especial para llevarse este evento a la calle y todos los días de Sant Jordi te la puedes encontrar al final de la Rambla.

Hablando de escritura en vivo a pie de calle existe un fenómeno extendido por varios países que se denomina ‘Street writing’. Un colectivo consolidado formado por gente de todo el mundo lleva la web www.streetwriters.org.

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Aquí en Barcelona nos visita una argentina que, sin conocer de nada este colectivo, ya arrancaba palabras con su máquina en performances o en la misma calle: Victoria Ponce.

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La dinámica de la máquina de escribir antigua tiene bastantes acepciones. Desde el proyecto Tac Tac Tac de Suso del Toro y el centro cultural Numax, hasta las competiciones organizadas por las librerías barcelonesas Nollegiu o Malpaso.

Estoy seguro de que ahí fuera hay muchas más ideas, acciones, iniciativas e inspiraciones que se reflejan o están a punto de reflejarse en los ejemplos que he puesto.

Lo hermoso sería que todas estas iniciativas se conocieran, tejieran una red y se apoyaran para llevar la escritura en vivo por el mundo

La escritura en vivo está, pues, muy viva. Y creo que ha venido para quedarse. Ahora lo hermoso sería que todas estas iniciativas se conocieran, tejieran una red y se apoyaran para llevar por el mundo una experiencia que solo puede vivirse en primera persona. Escritura en vivo se hizo .org por ese motivo, para contribuir a que la creatividad de esta disciplina creciera como un organismo sano y vibrante.

¿Te apuntas?