El pasado martes 30 de abril tuvo lugar en la Sala Beckett de Barcelona una nueva edición del concurso de improvisación literaria Slam de Escritura. Abriendo ya su tercera temporada, el Slam propuso esta vez un encuentro entre la literatura improvisada y el género del teatro musical.
El Slam de Escritura, a diferencia de otros -fantásticos- concursos de literatura improvisada, propone siempre un reto diferente para los escritores. En esta ocasión, los cuatro concursantes, dos hombres y dos mujeres, debían superar un reto colectivo: escribir en directo el libreto de un musical teatral, canciones incluídas.
Juan Pablo Fuentes, Laia Fort, Martí Santcliment y Clara Torres Danés, quien a la postre resultó la más valorada por el jurado, tuvieron que trabajar en equipo para que el argumento del musical -improvisado, por supuesto- llegara a buen puerto.
Dos actores de talla mayúscula, Rai Borrell y Judit Martín, improvisaban cada escena que se escribía, convirtiéndola en ocasiones en canción con el genial acompañamiento musical de Roger Julià.
Entre todos desarrollaron una alocada drama-comedia protagonizada por Silvia, una joven que quiere abrir un bar en una vieja caserona donde vive un okupa, Sergi y un misterioso y malévolo portero: Rigoberto.
Las carcajadas del público fueron las notas dominantes y el talento de los escritores fue determinante para conducir la dificilísima misión a buen término.
El jurado valoró, por supuesto, la tremenda dificultad de improvisar en vivo, pero se decantó por Clara Torres, quien demostró una especial habilidad dramatúrgica al ser quien más hizo avanzar la trama.